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Los Agentes Medioambientales denuncian negligencia en la gestión de la Junta de Castilla y León
El incendio que ha arrasado más de 25.000 hectáreas en la Sierra de la Culebra en Zamora es la consecuencia de la nefasta gestión llevada a cabo por la Junta de Castilla y León. Desde el plano económico estamos ante una gestión pésima: se ahorra en contratos temporales y en un sólo incendio las pérdidas multiplican por tres el presupuesto dedicado a incendios.
Actualmente contamos con numerosos sistemas de información ambiental monitorizada que permiten controlar tanto la humedad de la vegetación, la velocidad del viento, establecer previsiones de tormentas…por lo que se esperaba una ola de calor con tormentas secas con velocidades de viento fortísimas. Existen medios de prevención, pero, por el decreto del INFOCAL, la Junta de Castilla y León tiene establecido el período de riesgo alto a partir del 1 de julio.
El solapamiento de contratos de camiones y mangueristas supone que algunos tengan turnos de seis meses, otros de cuatro y que en ocasiones no exista servicio al trabajar sólo de lunes a viernes. A esto hay que sumarle la precariedad del personal que trabaja en los retenes, los bomberos forestales. Al igual que sucede con las torres de vigilancia, se les obliga a coger vacaciones al principio del contrato o bien al final del mismo cuando llueve en octubre, lo que ha supuesto que esta semana no hubiera suficiente personal al estar fuera del período de alto riesgo.
Se ha puesto en riesgo la seguridad de los bienes materiales y personales de una comarca como la Sierra de la Culebra, con numerosos pueblos habitados por personas de edad avanzada y todo, entendemos, por una cuestión de ahorro. Apagar un incendio supone un gasto de entre 6000-7000€ por hectárea. Si estamos hablando de 30.000 hectáreas, la extinción estaría alrededor de los 200 millones de euros, sólo en extinción, luego habría que añadir el gasto que supone la restauración. Toda la madera hay que cortarla y la biomasa que se va a producir hay que gestionarla para su aprovechamiento, del cual se harán cargo diferentes empresas. Un ingreso económico puntual que no compensa el daño que este incendio provoca al turismo micológico, cinegético y rural propio de esta zona.
Lamentablemente, son muchas las consecuencias que conlleva un incendio forestal. En este caso la Sierra de la Culebra es una de las zonas con más densidad de lobo de España; con las manadas en plena época de cría se han desestructurado y muchos de los adultos habrán emigrado a otras zonas, donde hay otras manadas y se darán conflictos por el territorio y la falta de alimento. Una vez que nos encontramos con un incendio de estas características, existe un alto riesgo de contaminación de acuíferos en caso de tener lluvias torrenciales por el movimiento de cenizas.
Desde el plano económico estamos ante una gestión nefasta: se ahorra en unos contratos y en un sólo incendio las pérdidas multiplican por tres el presupuesto dedicado a incendios.