Los murciélagos forestales, en particular, por las dificultades que entraña su estudio y seguimiento, están entre los peor conocidos en España. Su estado de conservación, tendencias poblacionales, el efecto de las amenazas que les afectan e, incluso, el efecto de las medidas que se aplican para su conservación son raramente conocidos en profundidad. Lo que si es bien conocido -más allá de toda duda razonable- es que su gestión es inseparable de la de su medio y, por tanto, se plantea el importante reto de integrar su conservación en la gestión forestal.
Como ayuda incuestionable para encauzar el cumplimiento de este objetivo surge este manual de conservación y seguimiento de los murciélagos forestales, sin duda llamado a convertirse
en publicación de referencia en esta materia. Por eso, es muy importante que lleguen al mayor número posible de personas, tanto en el ámbito científico como, sobre todo, en el técnico, muy especialmente a los gestores ambientales. Aquí deben considerarse incluidos tanto los encargados de asegurar la conservación de los murciélagos como, por supuesto, los gestores del medio forestal. La labor de éstos últimos, además de dirigida a garantizar la productividad forestal, debe incluir el empleo de las mejores prácticas para favorecer a la biodiversidad, y en particular a especies amenazadas como algunos quirópteros forestales. Éstos, además, son aliados naturales con gran potencial para ayudar, a través del control biológico que ejercen, a que muchos invertebrados no lleguen a convertirse en plagas forestales.